De cada diez niños, es probable que a cuatro, más o menos, les cueste aprender.
La inteligencia no es algo que el niño traiga al nacer. Es algo que se va desarrollando, igual que el cuerpo. Se desarrolla si los padres lo ayudan. Los niños cuando nacen, tienen todos casi la misma capacidad, por eso necesitan de la ayuda de sus padres para desarrollar u inteligencia.
El crecimiento de la inteligencia comienza desde el primer día de vida. Para que crezca hay que alimentarla desde el nacimiento del niño. Ninguna mamá esperaría a que el niño cumpla 8 años para darle de comer, porque sino el niño ya habría muerto. Sin embargo, a veces pasan años sin que se preocupe de darle "alimento" para la inteligencia. Se comienza a preocupar cuando el niño va al cole, pero ya se ha perdido mucho tiempo.
La inteligencia, igual que el cuerpo, debe "alimentarse" desde el primer día de vida.
Seguramente ya estáis interesados en saber cómo podéis ayudar a vuestro hijo en el primer mes de vida, para desarrollar desde el comienzo su inteligencia.
Cuando el niño cumpla un mes, deberá poder:
- Chupar sin problema.
- Fijar la mirada (aunque sea un período muy corto) ante algo que se le pone en su campo de visión.
- Seguir con la mirada algo que le enseñéis y movéis lentamente.
- Si le pones el dedo en la manita, deberá poder apretarlo (reflejo de Grasping, agarre o prensión palmar).
- Tratar de sujetar la cabecita cuando se la endereza.
- Hacer algunos ruidos con la boca.
- Responder de alguna forma a los ruidos.
Podéis ayudar al niño para que aprenda estas cosas, realizando con él las actividades que os propongo a continuación:
- Mientras lo cambias o bañas.
- Mientras lo alimentas.
- Entre comidas.
- Juguetes para construir: un móvil.
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