Tocar la piel del niño es muy importante. El cariño que le demuestra mamá al tocarlo es indispensable para que él se sienta querido y aprenda a querer. Por eso, puedes aprovechar mientras le cambias o le bañas, no sólo para limpiarle sino también para acariciarle.
C: En cada parte del cuerpo que le limpias, hazle un breve masaje: la cabeza, el cuello, los brazos.
C: Sécale con suavidad, sin frotar
CL: Éste es un buen momento para cantarle
CL: Repite los sonidos o gestos que el niño hace o dice
M: Ponte frente a una mesa, coge al niño en brazos, de pie, con el niño dándote la espalda. Sujétalo firmemente a la altura de las nalgas. Inclínale suavemente hacia adelante, hasta que toque la mesa con las manos.
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